EL ARTE COMO DOBLAJE DE LO QUE SOMOS
La belleza toma forma dentro de nosotros como reflejo de lo que vemos y sentimos. Según Sócrates sigue la direción del in al out (de dentro hacia fuera) de nuestra mente, porque la recreamos como si fuera una proyección de nuestras experiencias, es decir, que nos ayuda a encontrar en una obra de arte lo que ya habíamos experimentado con anterioridad.
Se entiende mejor cuando observamos el espacio y el movimiento de la espiral en el tiempo. Siempre comienza por un punto en movimiento que gira sobre sí mismo como nos pasa a nosotros al reflexionar sobre el camino que seguimos volviendo en una posición previsible.
Ocurre lo mismo con un poema sobre todo en el soneto en que los cuartetos son un doblaje que después imitarán los tercetos, con un final que sitetiza toda la obra poética.
Se podría comparar con el eterno retorno. Funciona como los versos de un poema en que vuelven a sus orígenes conectando las sensaciones unas con las otras.
La belleza no nace ni muere, vive en la percepción de cada un@ para hacernos disfrutar de nuestro cosmos y vivirá eternamente mientras exista el universo.
Es preciosa y perfecta pero puede ser triste y también cruel.
Pues es la razón de la existencia.
Tiene algo de absoluto y algo de particular,
algo de universal y algo de individual,
algo de eterna y algo de efímera.
La belleza tiene algo,
que nos hace ser.
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J. O. Ph. D. London '81
Olga Parra B. A. Valencia '06